miércoles, 31 de diciembre de 2014

• 31 de diciembre. Fin del Daño.

Querido 2014
esta es tu última función.
Serás cabeza de cartel
en una actuación para nadie,
todos estarán demasiado ocupados
celebrando al siguiente,
como para velarte.
Quiero que pase rápido
cualquier ceremonia
o acto de despedida.
Quiero que desde la Puerta del Sol
brinden con un 
feliz fin del daño.
Que descanses en paz
ahogado en cava
lapidado bajo dos mil quince pepitas de uvas.
Que descanses, pero que te vayas.

Cartel de la Autopista del Norte, km 

No pediré perdón por no llorarte.
Estaré demasiado ocupada
en la planta de neonatos.
Enhorabuena, ya ha nacido.
¿Cómo se llamará?
                             Dos Mil Quince.
Ha pesado: 365 nuevas oportunidades.
Está en perfecto estado de salud.
Pueden pasar a verlo,
llevarle flores, tirar confetti,
brindar, abrazar, llorar o celebrar,
pero, por favor, no tiren pirotecnia
ni discutan sobre el regreso del Niño al Atleti.
Hoy no.
Ha muerto el año viejo, ¡viva el año nuevo!

¡Bienvenido 2015!

Por Liniers.






domingo, 21 de diciembre de 2014

• Hagamos el humor. Autumn is over.

Hagamos el humor, porque del amor nadie ha vuelto con vida.Y si lo ha hecho, entonces, no era amor. 
Sopla un poquito. Ahí. Un poquito más. No tan fuerte. D e s p a c i  o. 
 Así. ¿A ver?, levanta un poquito más los restos de esa pena, únelos con ésta de aquí, ahora acerca esas de allí, así, como una montañita. That's it. ¿Ves?, nada como pasar la primer tarde del invierno junto a la chimenea al calor del dolor de un otoño que no ha querido durar más.
Ríete. Ríete por lo incómodo de haber encendido una hoguera con restos de una pena.Ríe fuerte, porque como llores se apaga el fuego y entra el frío. 
Y ahí sí, ahí sí que estaremos jodidos. 
Little Miss Sparks.
Hagamos el humor, porque el amor es como el cambio de estación, que hoy te parecía igual que ayer, pero no, estamos a 21 de diciembre, ¡ya te habías acostumbrado a él! , lo sé, pero alguien decide que se acabó, que es hora de cambiar las hojas caducas por los copos de nieve en la intro de Roberto Brasero y a ti sólo te sale decir '' pero si fue ayer cuando estábamos en la playa''.No cariño. Tu ayer fue hace varios meses. Desatendiste el otoño y mírate ahora: reavivando un fuego a base de pero-por- qué- pero-cómo y con el invierno instalado en tu salón.Así de golpe. Es para reír a carcajadas, aunque sólo sea por lo trágico que resulta pensar que ya no se pueden lucir piernas sin tener que recurrir a las medias y su antierótica cintura.

freepeople.com

Hagamos el humor, porque Facebook ya ha empezado a publicar los balances en los muros- ¿por qué señor?, ¡¡¿por qué?!!- y un año más, has evitado añadir tu título de ingeniera de leña especializada en echarla sobre hogueras apagadas.Pero acabarás cayendo - y lo sabes- .


Hagamos el humor, porque ya apostamos al amor y acabamos en una guerra. Así que, mentalízate,
     ❤ dear winter, humor you and I, we belong together like sweather and cold 
será la única carta de amor que escribas. Y ahora, mimetízate con la situación, ponte tu christmas jumper y piensa que podría ser peor: podrías ser cuerva y haberle regalado el Mundial de Clubes al Madrid - banco a toda la familia cuerva y en especial a Marcelo, si hace falta comemos alfajores enteros de un solo bocado- , podrías ser fan de la Pantoja- #freePanto- o podrías haber apagado el fuego a base de lágrimas y, sin embargo, aquí estás, oye, a la luz de la llama. 

Hagamos el humor, hazme caso. Vale más una risa que un emoji tirando corazones.

Pinterest

pd: Invierno, pasa y ponte cómodo. 
Hay té recién hecho e hilo, 
para remendar algún que otro destrozo 
o para coser una nueva primavera.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

• Y tú, ¿de cuántos rotos estás hecho?

- - - - - - - - - - LittleMissSparks.


DE ROTOS Y RETALES.

La última vez que me rompí
olvidé contar mis pedacitos,
reconstruí lo que pude y
-como aquel poema que pegaste con cinta adhesiva-,
me faltaron partes,
quedé diferente,
fui una nueva versión
de mi mejorpeor versión anterior,
pero con todo eso y más
con todo eso y menos,
aprendí a ser yo.
De nuevo.

No sé
de cuántos rotos estoy hecho
No sé
cuántos rotos más necesitaré ser
hasta aprender a no romperme
Pero sé
qué soy:
un roto que no se avergüenza de serlo,
que llora cuando llega al punto del abismo
donde la línea recta se convierte en discontinua,
un roto que es lágrima y charco
el reflejo de la luna en el brillo del sol
funambulista por la senda de sus añicos
alquimista de los mismos
valiente desde su cobardía
volátil en su seguridad
coherente en su incoherencia
corredor de fondo sobre el alambre,
en definitiva:

un roto
que se sabe roto

y
que
ha
perdido
el
miedo
a
romperse.