miércoles, 5 de noviembre de 2014

• Propuesta para un miércoles de noviembre.

Pinterest

Un DIY de otoño.


Había pensando en hacerte una hamaca de palabras para tumbarnos juntos y dejar los pies colgando.
Para ser   tú-yo,   despegados del suelo.Para ver desde las alturas nuestras sombras proyectadas, para tomar consciencia de que somos luz y oscuridad y que querernos lleva implícito respetarnos esa dualidad - tapar la oscuridad priva de apreciar y valorar el color de la luz-. Para dibujar en el aire un mandala al sol y recorrerlo juntos - no hay nada imposible  para quienes tienen los pies colgando.Y contigo cuelgo mejor-.
Para ser nubes con la mente y abstraernos de todo lo que somos o debemos ser, como si el mundo fuese a detenerse mientras nosotros flotamos en un universo paralelo, siendo únicamente energíaysentir que se saben capaces de todo porque nadie les ha marcado límites, impuesto miedos.
Había pensando en hamacarte en palabras, porque ésta siempre ha sido una manera de volar hacia ti - aunuque nuestros cielos sean distintos-, y de conseguir que, por un instante, despegues los pies de todo eso que llamas tu suelo y me sigas, de la mano, hasta el punto final.
Y si caemos,  
al menos habremos volado...



Antoine De Saint-Exupéry

domingo, 2 de noviembre de 2014

• Tumba de mis límites.

Llevaré una corona de flores en la cabeza
 -mi tumba-,
por todas las veces que 
estuvemuerta                estandoviva.
Le quitaré el polvo a la lápida que reza
sálvate tú
y la besaré.
Seré mi propio Montparnasse.
Brindaré con vino tinto
mientras garabateo una servilleta-testamento-sentimental.
Tararearé mis canciones funeral favoritas
pediré que le suban el volumen,
me dejaré la voz y las lágrimas,
silbaré lágrimas al ritmo de adiós
y seré llantovivo al pensar que el Flaco no está más,
que a Gustavo se le apagó la esperanza artificial
que lo mantenía con vida.
Recién ahí
seré la gota
volviendo a su mar.
Moriré
justo en el minuto  decir adiós es crecer.
Crecí - Morí - Vuelvo al mar.

Y entonces renaceré.
Naceré del mar.
Y estaré en paz.

Treparé hasta subirme al embarcadero de luz 
que reflejaré la luna sobre el agua
y volveré al puerto, a la costa,
a donde ya-he-estado sin-haber-estado.
Miraré atrás 
y  no veré lápidas,
ni copas de vino tinto besuqueadas con labios agrietados,
no lloraré por los músicos 
que ya no compondrán nada nuevo,
sonreiré al saber que sus canciones
-legado imborrable, atemporal; art à porter-
siempre estarán a un play de distancia de mí.
Respiraré aliviada al no sentir ya
el peso de ninguna corona de flores sobre mi cabeza.
Ahora flotará en el mar.
La corona de flores.
La tumba de mis límites.
Lo que fui y ya no quiero ser.
Saldré del agua.
Seré yo.
Caminaré descalza,
viva en vida.


Seré
loquieraserquesea.
Todo
loquenofui
cuandofuiloquenodebíser.



Ilustración de Albert Soloviev.
Instagram: @albertsoloviev